domingo, 8 de julio de 2012

Del efecto teflón de Uribe al gobierno de las encuestas de Santos


El gobierno  de Álvaro Uribe  pasará a la historia por muchos aspectos únicos e irrepetibles, algunos buenos y otros malos esto según la óptica con que se mire, uno de esos aspectos tan únicos de su  gobierno y que difícilmente se repetirán en otro gobierno fue el denominado “efecto teflón” el cual consistía en la capacidad de tenia Uribe de mantener una imagen favorable por parte de la opinión pública indiferente si  su mandato atravesaba por una buena  o mala época.

Uno de los primeros eventos  en el que  se evidencio dicho efecto  fue   la muerte  en la operación de rescate del ex gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria junto a  el ex asesor de paz Gilberto Echeverry Mejía  y 8  soldados , los cuales fueron fusilados por las FARC  con el fin de evitar su liberación.

Pese a que gran parte de la población entre ellos los familiares de los secuestrados se manifestaron contrarios a los operativos  de rescate por temor a resultados como el que desafortunadamente se presentó. El entonces Presidente   Álvaro Uribe  reconoció su error y asumió su responsabilidad frente al suceso. Pero  contra todo pronóstico la imagen del presidente  salió  fortalecida de este suceso, ya que  el país percibió que tenía por primera vez en muchos años un líder que pase lo que pase siempre daría la cara y eso era algo en lo cual el país se sentía desamparado.

Y  como este trágico suceso durante sus 8 años  de mandato se presentaron muchos eventos frente a los cuales cualquier otro dirigente tanto en el ámbito nacional como en el internacional vería seriamente afectada su popularidad, pero esté  no fue el caso de Uribe quien en forma sorprendente ante cada crisis veía como su imagen salía fortalecida, esto le permitió llevar a cabo casi todos los proyectos que se propuso al tener poco o nula resistencia de la opinión pública.

Con este antecedente El 7 de Agosto del 2010  asume como presidente Juan Manuel Santos, quien al esgrimirse como el continuador de las políticas de Uribe es cobijado por el respaldo popular, el cual se manifiesta en la mayor votación en la historia del país (9.028.943 votos.).

La abrumadora  votación  con la que fue elegido Santos  auguraba su gestión contaría con un gran respaldo popular  similar al del ex presidente Uribe, pero nada más alejado de la realidad, ya  que con el paso de los meses la euforia y entusiasmo colectivo dio paso a un  escenario  marcado por el distanciamiento al principio sutil y ahora evidente entre las políticas de Uribe y Santos.  Lo cual como era de esperarse empezó a afectar la imagen y reducirle la capacidad de maniobra del gobierno frente a la opinión.

Dicha situación ha llevado en los últimos meses al presidente a tomar medidas de corte popular que le permita recuperar parte de la imagen perdida, es por eso  que se impulsaron programas como el de las 100.000 viviendas gratis para la población más desfavorecida del país, o en fechas más recientes   el retiro de la reforma de la justicia la cual  fue promovida por el gobierno,  pero ante al airado rechazo  generalizado de la población colombiana no le quedó otra opción que hacer uso de la máximas de Juan Manuel durante su campaña presidencial “sólo los imbéciles  no cambian de opinión cuando  cambian las circunstancias”.  E impulsar ellos mismo el hundimiento de un proyecto al  cual el gobierno  había respaldado en forma vehemente desde el principio.

Como si estos actos populistas  no fueran suficiente en esta semana  el gobierno  anuncio que las 100.000 viviendas gratis, vendrán dotadas de Internet, lo cual  se evidencia como otra estrategia para tratar de revertir el curso negativo en la popularidad que muestran las encuestas.

Siempre se ha dicho que los extremos son malos y en este caso no es la excepción, pasamos de un gobierno en el cual se hacía casi todo lo que le daba la gana por el gran respaldo popular, a un gobierno en el cual las decisiones no se toman en forma organizada y planeada, sino que están basadas en las encuestas o en lo que es lo mismo decir en  la opinión voluble de un pueblo como el colombiano el cual siempre  se ha caracterizado por  tener una memoria  de corto plazo, la cual además no destaca los hechos importantes sino los banales.

Si el presidente Santos quiere terminar de  la mejor forma su mandato debe dejar de hacer en política en función de las encuestas sino en torno a los proyectos que realmente mejoraran las condiciones de vida de los colombianos sin importar que se genere descontento en el corto plazo, ya que al final de cuentas  el pueblo solo recuerda lo último, por lo cual no importa como empiece su mandado sino como lo termine y eso es lo que quedara en los anales de la historia.


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