El 28 de junio el Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) eligió a Christine Lagarde como nueva directora del FMI, quien desde el 5 de julio asumirá la dirección de la entidad, Lagarde tiene por delante muchos retos y no me refiero solo al hecho de ser la primera mujer en dirigir la entidad en sus 66 años de historia ( el FMI fue creado en 1945) con lo que tendrá que enfrentarse a la tendencia machista existente y demostrar que las mujeres tienen las mismas capacidades y cualidades para liderar la entidad cualquiera de sus antecesores hombres.
No, el gran reto de Lagarde es devolverle el rumbo a una entidad que esta o estaba llamada ser la que defina el rumbo de la economía mundial buscando incentivar el comercio y combatir la pobreza , pero la realidad es que desde hace mucho el FMI perdió su norte y su teórica labor de incentivar políticas y mecanismos que permitieran a sus países miembros mejores condiciones socio económicas quedo en un segundo plano segmentado a solo una parte del globo terráqueo como es el Continente Europeo.
Pero esta preponderancia del FMI en atender los asuntos de Europa no es arbitraria ni es nueva, simplemente corresponde a la continuación de los lineamientos bajo los cuales fue creado.
Ya que el FMI fue instrumento financiero usado para llevar a cabo el plan Marshall [1] con lo cual además de llevar a cabo a reconstrucción de Europa luego de la segunda guerra mundial. También debía definir los lineamientos económicos que permitieran expandir el sistema capitalista (reinante en los EE.UU y en los países Aliados) a la vez que contrarrestar el socialismo.
Es así que pese a indicar que su labor es atender por igual sus miembros; cabe recordar que todos los países miembros de la ONU excepto Cuba forman parte del FMI; siempre ha tenido como prioridad a los EE-UU y los países Europeos. Situación que era comprensible en el pasado cuando estos bloque económicos eran los que definían el rumbo económico del planeta, por lo que los demás países eran simplemente participantes de tercer nivel que debían conformarse con las migajas y servir de conejillos de india para los diferentes modelos económicos propuestos por la entidad, los cuales en pocas ocasiones (caso chileno) tenían los resultados esperados.
La realidad es que FMI no vio o no quiso ver que el panorama económico había cambiado y que desde la década de los 70 la economía mundial dejó de estar en función de los Estados Unidos y Europa y que entraron unos nuevos jugadores como son los países (ahora) Potencias emergentes entre los que se encuentran Brasil Rusia India y China mejor conocidos como BRIC.
Nótese que en el caso de los BRIC se evidencia el rompimiento de una tendencia en la cual los focos de desarrollo económico tenían áreas geográficas delimitadas como eran el Norte de América a estar diseminado en regiones no cercanas como Brasil en sur América, China en el Asia Oriental, India en Asia del Sur y Rusia norte de Asia y Europa Oriental. Dando lugar a un nuevo mapa de la política internacional.
Estos países (BRIC) gracias a los crecimientos sostenidos de sus economías, el tamaño de su población y sus mayores demandas tanto de bienes y servicios como de recursos naturales son los que definirán el rumbo de la economía mundial en los próximos 50 años, pero su importancia no ha sido reconocida por el FMI para lo cual solo basta ver como sus decisiones giran en torno de las necesidades del continente europeo.
Pero pese a no tener aún el lugar que merecen la importancia de las economías emergentes quedo manifiesta en la elección de Lagarde ya que tanto ella como su oponente el mexicano Agustin Carstens realizaron giras por estos paises buscando los votos necesarios para inclinar la balanza a su favor.
Es asi que la labor que emprenderá Christine Lagarde desde el 5 de julio es titánica por que no solo tiene que tratar de recuperar la imagen de la entidad que está muy afectada por el escándalo de Dominique Strauss-Kahn , a la vez que lideré los planes de salvamentos para Grecia, Portugal y posiblemente el español. Sino también llevar a cabo la descentralización de las políticas del FMI y enfocarlas en los países emergentes.
Porque al fin de cuenta es de estos países que dependen el futuro económico del planeta
[1] Es el nombre por el que se conoce el Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso en la universidad de Harvard el 5 de junio de 1947
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