lunes, 25 de febrero de 2013

La Estrategia de Santos con el proceso de paz.



Desde que empezó su mandato, Juan Manuel Santo  ha querido desmarcarse de su antecesor Álvaro Uribe, pese al hecho de que la gran mayoría de quienes lo eligieron (9.004.221 votantes)  lo hicieron confiando que el fuera la continuación en cuerpo ajeno de la agenda de Uribe. Estos dos años y medio  han demostrado y dejado claro que no hay nada más alejado de la realidad  y que  la meta de Santos es dejar su propio legado (para bien o para mal).y es  impulsado por este deseo que todo la decisión de ir en contravía de lo que hizo su antecesor  e inicio los diálogos de paz con las FARC  buscando una posible salida negociada al conflicto armado que hace décadas desangra al país.


Para  muchos resulto una sorpresa ver como quien había sido clave en proyecto de seguridad democrática  de Uribe, optara por  esta medida, pero la realidad es que Santos lo hace como parte de un ejercicio político previamente calculado. Recordemos que una de las críticas que  le hizo la oposición y contradictores al gobierno de Uribe es que solo le ofreció una salida "negociada" a las AUC, mientras que con las guerrillas de las FARC y el ELN solo se recurrió a la confrontación armada, al considerar que una derrota militar total era posible y solo había que asistir  a la rendición de ellas.


Esta situación  fue duramente criticada por diferentes sectores al evidenciarse que  con las AUC  el anterior gobierno  tuvo una  complicidad casi total que permitió que sus cabecillas siguieran delinquiendo desde sus sitios de "reclusión".

Imagen BBC


Es por esto que la estrategia de Santos al  promover el proceso de paz con la guerrilla de las FARC (sin cese al fuego) se enfoca en tratar de ganarse a los sectores (algunos de izquierda) que antes eran contradictorios de Uribe por su permisibilidad con los grupos paramilitares. Siendo consiente que las posibilidades de éxitos son bajas por lo cual le definió un tiempo determinado para lograr  acuerdos. (Aprendió de la lección que dejo  el fallido proceso de Pastrana).


Claro está que, como en toda  apuesta se puede ganar y se puede perder, y lo que perdería y está perdiendo Santos  es el apoyo de la población que lo eligió para que el  continuara con  la labor de Uribe, los cuales no entienden y ven como traidor a Juan Manuel por sentarse a negociar con quienes debería  derrotar militarmente.


Santos es consiente que por ganarse el aprecio de algunos sectores no puede perder el apoyo de la mayoría de la población los cuales al fin de cuenta son quienes harán posible su reelección. Por lo cual su carta   para cuando fracase el proceso de paz, el cual fracasará ya sea por la falta de voluntad de las FARC con los acuerdos establecidos o por las presiones que recibirá el gobierno, es una gran ofensiva militar contra todos los frentes de las FARC en las diferentes zonas del país como los realizados durante la época de la Seguridad Democrática.


Estas futuras ofensivas y los resultados de ellas (bombardeos y cabecillas de  capturados o dados de baja) es lo que quiere ver  el votante promedio (el pan y circo moderno)  y lo que le permitirá repuntar en las encuesta y por ende asegurar su reelección, no con las cifras de su primer mandato (9 millones de votantes)  pero si con los votos suficientes para no tener que ir a una segunda vuelta.


Al final de este ejercicio político premeditado santo será visto para la izquierda como el presidente que  intento darle una solución negociada al conflicto, mientras que la población con memoria de corto plazo lo verá como el Presidente que continúa derrotando militarmente   a las FARC.


Con este  movimiento circense Juan Manuel lograría consolidar un gran  respaldo  popular y aseguraría su  capacidad de maniobra política que le facilitará sacar adelante su agenda legislativa. Es así como Juan Manuel Santos como buen político aplica la máxima de Nicolás Maquiavelo “el fin justifica los medios”.

 Twitter @alasde

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