El gobierno de Álvaro
Uribe pasará a la historia por muchos
aspectos únicos e irrepetibles, algunos buenos y otros malos esto según la
óptica con que se mire, uno de esos aspectos tan únicos de su gobierno y que difícilmente se repetirán en
otro gobierno fue el denominado “efecto teflón” el cual consistía en la
capacidad de tenia Uribe de mantener una imagen favorable por parte de la
opinión pública indiferente si su
mandato atravesaba por una buena o mala
época.
Uno de los primeros eventos
en el que se evidencio dicho
efecto fue la muerte
en la operación de rescate del ex gobernador de Antioquia Guillermo
Gaviria junto a el ex asesor de paz
Gilberto Echeverry Mejía y 8 soldados , los cuales fueron fusilados por
las FARC con el fin de evitar su
liberación.
Pese a que gran parte de la población entre ellos los
familiares de los secuestrados se manifestaron contrarios a los operativos de rescate por temor a resultados como el que
desafortunadamente se presentó. El entonces Presidente Álvaro Uribe
reconoció su error y asumió su responsabilidad frente al suceso. Pero contra todo pronóstico la imagen del
presidente salió fortalecida de este suceso, ya que el país percibió que tenía por primera vez en
muchos años un líder que pase lo que pase siempre daría la cara y eso era algo en
lo cual el país se sentía desamparado.
Y como este trágico
suceso durante sus 8 años de mandato se
presentaron muchos eventos frente a los cuales cualquier otro dirigente tanto
en el ámbito nacional como en el internacional vería seriamente afectada su
popularidad, pero esté no fue el caso de
Uribe quien en forma sorprendente ante cada crisis veía como su imagen salía fortalecida,
esto le permitió llevar a cabo casi todos los proyectos que se propuso al tener
poco o nula resistencia de la opinión pública.
Con este antecedente El 7 de Agosto del 2010 asume como presidente Juan Manuel Santos,
quien al esgrimirse como el continuador de las políticas de Uribe es cobijado
por el respaldo popular, el cual se manifiesta en la mayor votación en la
historia del país (9.028.943 votos.).
La abrumadora
votación con la que fue elegido
Santos auguraba su gestión contaría con
un gran respaldo popular similar al del
ex presidente Uribe, pero nada más alejado de la realidad, ya que con el paso de los meses la euforia y
entusiasmo colectivo dio paso a un escenario marcado por el distanciamiento al principio
sutil y ahora evidente entre las políticas de Uribe y Santos. Lo cual como era de esperarse empezó a afectar
la imagen y reducirle la capacidad de maniobra del gobierno frente a la
opinión.
Dicha situación ha llevado en los últimos meses al
presidente a tomar medidas de corte popular que le permita recuperar parte de
la imagen perdida, es por eso que se
impulsaron programas como el de las 100.000 viviendas gratis para la población
más desfavorecida del país, o en fechas más recientes el retiro de la reforma de la justicia la
cual fue promovida por el gobierno, pero ante al airado rechazo generalizado de la población colombiana no le
quedó otra opción que hacer uso de la máximas de Juan Manuel durante su campaña
presidencial “sólo los imbéciles no
cambian de opinión cuando cambian las
circunstancias”. E impulsar ellos mismo
el hundimiento de un proyecto al cual el
gobierno había respaldado en forma
vehemente desde el principio.
Como si estos actos populistas no fueran suficiente en esta semana el gobierno
anuncio que las 100.000 viviendas gratis, vendrán dotadas de Internet,
lo cual se evidencia como otra
estrategia para tratar de revertir el curso negativo en la popularidad que
muestran las encuestas.
Siempre se ha dicho que los extremos son malos y en este
caso no es la excepción, pasamos de un gobierno en el cual se hacía casi todo
lo que le daba la gana por el gran respaldo popular, a un gobierno en el cual
las decisiones no se toman en forma organizada y planeada, sino que están
basadas en las encuestas o en lo que es lo mismo decir en la opinión voluble de un pueblo como el
colombiano el cual siempre se ha caracterizado
por tener una memoria de corto plazo, la cual además no destaca los
hechos importantes sino los banales.
Si el presidente Santos quiere terminar de la mejor forma su mandato debe dejar de hacer
en política en función de las encuestas sino en torno a los proyectos que
realmente mejoraran las condiciones de vida de los colombianos sin importar que
se genere descontento en el corto plazo, ya que al final de cuentas el pueblo solo recuerda lo último, por lo
cual no importa como empiece su mandado sino como lo termine y eso es lo que quedara
en los anales de la historia.
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