Hoy el mundo del fútbol y en especial
el universo de los Barcelonistas(del que formo parte) se estremece con la
noticia de que el entrenador Pep Guardiola
no seguirá al frente del Barcelona Fútbol Club y que dejara la entidad el 30 de Junio.
Sobre Guardiola y su legado en la historia del Barcelona y del fútbol mundial
muchas cosas se pueden decir, para algunos el Barcelona de Pep es el mejor
equipo de los último años, para otros es el mejor equipo de toda la historia del fútbol mundial, pero eso, es una discusión que se la dejo a
los analistas y expertos en fútbol.
Hoy no quiero hablar sobre del aporte de Guardiola en términos futbolísticos, hoy quiero hablar de
las enseñanzas que no deja la decisión de Pep de retirarse del
equipo luego de 4 años en los
cuales ha ganado casi todo lo que ha disputado ( 13 / 17 títulos en juego). Marcando
un capitulo dorado en la historia de
Barcelona.
En el fútbol como en el mundo empresarial para triunfar se
necesitan combinar muchos elementos;
un idea clara de negocio (misión),
un norte al cual se quiere llegar (visión) un equipo de
trabajo calificado y comprometido, y un líder (no jefe) que se encargue de
dirigir y canalizar las energías de todos en la dirección requerida para alcanzar las metas trazadas.
Durante los 4 años que Guardiola estuvo al frente del equipo
más que un jefe fue un líder para todos y cada uno de los integrantes de la
plantilla, a los cuales les demostró lo
importante que eran cada uno de ellos para el proyecto conjunto pese a que todos no pudieran o fueran a ser titulares. Escenario diferente al que
se vive en el mundo empresarial en donde
se considera que solo son importantes los altos cargos directivos y el resto
del equipo de trabajo es personal de segunda mano y por ende prescindible.
Esto último me trae a colación una anécdota personal cuando alguien en mi época de labor en
la Banca me pregunto, ¿para usted quien
es la persona más importante en esta oficina? A lo que yo le respondí sin dudar:
para mí, la persona más importante en esta oficina es doña Beatriz (la señora de oficios varios). Ante
la cara de asombro del interlocutor le digo que ella es la persona más importante, porque
sin ella y sin el café que con tanto cariño me regala cada mañana no tendría
la fuerza suficiente para afrontar los retos laborales que cada día
acarrea.
Pep logro que sus
futbolistas (personas con egos enormes) en mayor o menor medida aprendieran a
pensar en el bien común por encima del
bien individual. Les enseño a mantener
firme su identidad pensé a las adversidades (una de las cosas que
más se le admira y critica al equipo es que ganando o perdiendo no cambiaban su
forma de juego.) Situación muy diferente en mundo empresarial en donde, cuando los escenarios son adversos
no importa olvidarse de la ética y romper
las reglas con tal de lograr los resultados. Aplicando la frase más celebré de Maquiavelo. “El
fin justifica los medios”
Pep nos enseñó que hay que creer y darle la oportunidad a
las personas que conforman la empresa (él
es un vivo ejemplo de eso) y por eso durante sus 4 años su lema
fue” creer en la cantera” y no traer muchos futbolistas de a fuera. Caso
muy diferente al vivido en las empresas en las cuales cuando se requiere llenar
plazas importante el último lugar donde se mira es al interior de la compañía dejando a un lado a los colaboradores que llevan trabajando arduamente durante años y
la conocen mejor que nadie. Pero a causa
de la mirada sesgada de mucho de los directivos pocas veces son tenidos en
cuenta al momento de los ascensos
importantes.
Pero la lección más importante que nos deja Guardiola es que
el Jefe debe saber cuándo llega el momento de dar un paso al costado y
dejar que otras personas lideren al equipo,
todo en la vida es un ciclo y los ciclos termina, y si esta máxima
aplica para los subalternos a los cuales el Jefe promueve en algunos casos y
despide en la mayoría aplica en igual o mayor medida para ellos mismos.
No es consecuente decirle a un empleado que se tiene que ir
porque su desempeño no está dentro de los estándares que la empresa requiere
cuando, los líderes (directores, gerentes, presidentes, etc) no
reconocen o quieren reconocer que ya no tiene la fuerza o no cuentan con los
medios necesarios para seguir motivando a los demás a lograr las metas trazadas.
Esto mis lectores es la mayor enseñanza que Pep Guardiola
nos deja, la gran mayoría de las empresa no aplican correctivos en su cúpula cuando detectan el problema,
solo lo hacen cuando estos problemas detectados y no atacamos a tiempo a tiempo afecta los
indicadores fundamentales de la
empresa. Es decir, como dice el adagio popular “ ya pa´ que”
Un líder debe saber cuándo el ya no es el indicado para ser
el referente y guía de la empresa, pero la realidad es que sus egos (los cuales
en este caso son igual o más grandes que los de los futbolistas de elite) les nubla la mente y no les permite ver la cruda realidad en la cual pasaron de ser la solución a los
problemas del pasado al causante de los
problemas de la actualidad.
Lo anterior conlleva que la gran mayoría de los altos directivos tengan que ser despedidos, causando esto su
salida por la puerta de atrás y con la
cabeza agachada, en lugar de retirarse a tiempo cosechando los elogios y el reconocimiento de
una labor exitosa que les permitirá salir
como un torero victorioso en hombros y por la puerta grande.
“La enseñanza que nos deja Pep Guardiola al mundo empresarial, es que
un buen líder debe buscar siempre lo
mejor para su compañía incluso si ello
requiere que sea el quien se tiene que
ir”
No hay comentarios:
Publicar un comentario